Hoy os vamos a presentar una noticia publicada este verano en e-NOTICIES sobre el caso de un compañero de nuestra asociación.
Ribó se desentendió de un caso que afectaba al tripartito
Un tribunal ha
dado la razón a un funcionario que denunció acoso laboral en Justicia
El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, se desentendió de un caso de acoso
laboral en el Departamento de Justicia en el año 2006, cuando todavía gobernaba
el tripartito. Un funcionario de Justicia, Xavier Paluzie, que ha puesto tres
denuncias -las tres ganadas por vía judicial- contra el Departamento ha
lamentado en declaraciones a e-notícies que el Síndic "no me defendió". En su
opinión, sí "defendió y escondió la actuación de los responsables de Justicia".
Paluzie, tal y como ha explicado a e-notícies, denunció el 7 de marzo de
2006 ante el secretario general del Departamento de Justicia, junto con una
compañera, "una situación de acoso en la unidad de prevención de riesgos
laborales con la inhibición de la subdirectora general de RRHH".
"En
lugar de aplicar el protocolo establecido de acoso, el secretario general ordenó
una investigación; declararon más de 20 personas. La mayoría declaró ser objeto
de humillaciones y desprestigio profesional. Ante la coherencia en las
declaraciones, la instructora concluyó y el secretario general resolvió que era
una conspiración y que todos los declarantes (mayoría interinos) habíamos hecho
una conjura", ha añadido.
Además los denunciantes fueron acusados "de
faltar claramente el respeto a la superior y cesados", lo que acabó comportando
problemas de salud a Paluzie, que fue cesado de la unidad de prevención de
riesgos laborales y fue trasladado a su lugar de origen en Prisiones.
A
raíz de todo, se dirigió al Síndic de Greuges, que no vio ninguna irregularidad
en su caso: "No detectamos en la actuación del Departamento una vulneración de
los derechos fundamentales y las libertades públicas que habilite nuestra
intervención".
Acto seguido se dirigió al Defensor del Pueblo. Este
pidió explicaciones al Departamento de Justicia pero se comunicó con el
denunciante para hacerle saber que no podía intervenir ya que entraba en vigor
el nuevo Estatuto y se excedía en sus competencias.
Al final, el caso
llegó a la justicia ordinaria que acabó dando la razón a Paluzie. "No hay duda
sobre la coincidencia del traslado del recurrente el 10 de mayo y el resultado
del expediente informativo una semana antes. Ya sería casualidad que las
funciones del recurrente dejaran de ser necesarias en este preciso momento,
después de seis años de ser imprescindibles", afirma la sentencia.
"El
caso es que la causa invocada de necesidades del servicio no es verosímil y se
constata una desviación de poder, desviación que por otra parte incide en una
situación de por sí perversa como la precariedad generalizada del personal del
servicio, la falta de la estabilidad del mismo y la correlativa posición de
dominio anormal de la Administración", se añade.
Pese a todo, el
denunciante se volvió a dirigir al Síndic y éste le contestó que "la causa de
necesidad del servicio que se podría invocar para motivar su cese no parece
verosímil". Paluzie, sin embargo, insistió en que Ribó investigara el porqué en
el primer informe del secretario general de Justicia se había considerado que
había habido "conjura" en las declaraciones pero éste no siguió con el
expediente a pesar de que en el Informe al Parlament lo presentó como un "caso
cerrado". Es por ello que el funcionario, en declaraciones a e-notícies, se ha
preguntado: "¿El trabajo del Síndic no es defender a las personas? ".
e-NOTÍCIES
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